Los niños despiertan su expresión artística, su creatividad e imaginación desde temprana edad.
Al crear sus primeras pinturas y diseños, potenciarán su autoestima,
estimularán la coordinación motora y la psicomotricidad fina de manos y dedos.
Cuando pintan con los dedos, los niños inician en el proceso de razonamiento espacial,
aumentan sus sensaciones táctiles y aprenden a notar los diferentes colores y texturas.