La plastilina es un material utilizado para modelar figuras y formas con gran facilidad. Aunque su composición exacta puede variar según el fabricante, generalmente está elaborada con una combinación de diferentes ingredientes que le confieren su característica maleabilidad y capacidad de no secarse al aire. Entre los ingredientes más comunes de la plastilina se encuentran:
- Sales de calcio: como el talco, que le da consistencia y un tacto suave.
- Vaselina: un derivado del petróleo que actúa como agente suavizante, permitiendo que la plastilina sea flexible y fácil de manipular.
- Ceras: se agregan para darle textura y, en algunos casos, un aroma agradable.
- Pigmentos de colores: encargados de hacer que la plastilina luzca en una amplia variedad de colores vivos y atractivos.
- Compuestos alifáticos: como el ácido esteárico, que ayudan a mantener la plastilina suave y evitan que se endurezca con el tiempo.